Altmetrics por todas partes

Uno no deja de sorprenderse de la capacidad de ciertos conceptos o términos para hacer fortuna en un escaso margen de tiempo.

En apenas unos meses, desde que se acuñara el término Altmetrics han surgido empresas (Altmetric, Plum Analytics), proyectos (total-impact), y todo tipo de papers al respecto.

Algunas de las principales multinacionales de la publicación científica (Elsevier) han integrado estas métricas en sus productos, e incluso relevantes bibliómetras lo mencionan como una de las novedades más importantes en los últimos años.

Al mismo tiempo son varias las aplicaciones de la ciencia 2.0 que están incorporando sus propios indicadores de repercusión, visibilidad, impacto, popularidad o lo que sea que midan las métricas alternativas.

Una de estas alianzas entre empresas tradicionales y altmétricas es la de Altmetric y Elsevier. Así, la app Altmetric en Scopus, ofrece información acerca de la repercusión de un trabajo en redes sociales como Twitter, Facebook o Google + o el número de lectores en Mendeley.

Además la misma empresa ofrece un bookmarklet gratuito, de manera que podemos comprobar para un gran número de artículos el eco que ha generado en redes sociales.

Asimismo, han generado una métrica propia que combina aspectos cuantitativos y cualitativos, si bien no se explica exactamente cómo se calcula. Como vimos hace algún tiempo, parece que la repercusión de un artículo en redes sociales podría estar vinculado a su impacto futuro lo que justifica este tipo de herramientas.

Una de las redes sociales científicas punteras, aunque a mi entender sin mucho valor práctico, es ResearchGate. Ellos han incluido hace poco el RG Score que definen como “una nueva forma de medir la reputación científica”.

El indicador se computa a partir de las visitas al perfil, visitas a las publicaciones y descarga de artículos, aunque como en el caso anterior no se explicita cómo se realiza el cómputo. Además, anuncian que el número de citas será en un futuro otra de las variables que intervendrán en dicho índice.

Lo bueno es que ofrece información comparativa; cómo se sitúa un usuario respecto al resto de usuarios de la aplicación, aunque como no sabemos exactamente lo que mide, tampoco parece tener mucho sentido esta comparación.

Y finalmente, el que a mi parecer es el avance más significativo dentro de la altmetrics y los indicadores de uso: Mendeley Institutional Edition. Es la iniciativa más interesante por cuanto supone un salto desde el nivel individual (artículo, perfil) al nivel institucional, algo que no han hecho ninguna de las otras iniciativas alternativas. En este caso, tomando los datos del magnífico gestor de referencias Mendeley, este producto distribuido por Swets ofrece una serie de indicadores a nivel institucional, tanto de los trabajos que están leyendo (mejor, almacenando) sus investigadores, como del número de lectores que tienen los artículos que realizan los investigadores de la institución. Esta perspectiva sí es muy interesante y novedosa ya que es (que yo sepa) el primer producto que integra indicadores de uso dentro de una suite enfocada a la gestión científica.

Otro factor interesante es que permite conocer en tiempo real el uso de los materiales, sin tener que esperar (dos-tres años) para obtener estadísticas de citas fiables. Aunque no tengo claro que este cortoplacismo en medir resultados sea una táctica adecuada de cara a la gestión científica, es muy interesante contar con datos de uso reales de los trabajos de una institución.

Eso sí, el que alguien se haya descargado un artículo a su gestor de referencias no implica necesariamente que lo vaya a leer en un futuro ni que le haya resultado útil para su investigación. Al contrario que en la citación, donde existen teorías fundamentadas sobre qué significa una cita (aunque sean teorías en permanente discusión), no se tiene muy claro que significa descargar un artículo ¿uso, popularidad?

En cualquier caso estos productos pueden complementar muy bien a los indicadores bibliométricos (bien establecidos, conocidos y aceptados por la mayor parte de investigadores), siempre y cuando se basen en un volumen de datos suficiente, lo cual parece dudoso para ciertas disciplinas y para publicaciones fuera de la corriente principal de la ciencia. De todas formas, y saludando cualquier iniciativa que pueda contribuir a medir de forma justa el uso de los materiales académicos, cuando lidiamos con las altmetrics no hay que olvidar la cita atribuida a Einstein; “no todo lo que se puede contar, cuenta”.

Fuente: Cabezas, Álvaro, «Altmetrics por todas partes». [En Línea], Primer cuartil (Q1). Documentación científica, bibliometría, Políticas de investigación y ciencia 2.0.Disponible en: http://alvarocabezas.com/2012/09/09/altmetrics-por-todas-partes/. [Consulta: 22/11/2012]

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