El éxito, de Luis Álvarez

El éxito, de Luis ÁlvarezA mal tiempo buena cara

Puede que sea muy buen momento para leer un libro de este corte. Hay dos momentos al año en los que hacemos balance, valoramos lo que hemos hecho en ese periodo y empezamos a planificar el siguiente. Esto nos pasa en diciembre y en julio o agosto. Desde luego, el libro recomienda hacer este tipo de balances en un viaje de una semana en el que se busquen ideas y deseos para los próximos cinco años. Para hacer esos viajes son necesarias unas vacaciones luego, este sería el momento.

De hecho, estoy seguro de que la época fuerte de venta de libros de autoayuda es justo esta y Luis Álvarez, que es un empresario de éxito, lo sabe. Por eso, su libro, les recuerdo -El éxito, de Luis Álvarez –Editorial Planeta / MR- ha salido en el momento preciso. Una garantía de que el autor sabe lo que se trae entre manos y una nueva razón para leer el libro.
Me ha gustado que frente a la literatura habitual de esta familia, traducida de autores anglosajones la mayoría de las veces, Luis Álvarez utilice con sus lectores el tuteo. Ya digo que lo normal en la autoayuda es que se dirijan a uno con un usted muy respetuoso pero muy distante en nuestra cultura lo que nos transmite un mensaje demasiado frío y poco motivador.
A él no le ocurrirá porque seguro que los lee en inglés original y ahí no choca. Y aprovecho este dato para desvelar una de las claves para el éxito que ya todo el mundo sabe, con lo cual no destapo un gran misterio. Nos recomiendan aprender inglés. Ver películas en inglés original y con subtítulos en inglés, ver presentaciones de grandes oradores en inglés original. Por ejemplo, en el libro se recomienda TED, que tiene una aplicación para Android y la página Web. Yo ya la he añadido a favoritos y desde luego, creo que veré a esos oradores siempre que pueda.
En definitiva, todos sabemos que debemos mejorar nuestro inglés o afrontar el futuro de manera positiva. Muchas veces lo importante de estos libros no es lo novedoso del mensaje sino lo importante que es recordarlo para no desviarnos del camino del éxito. Aunque sabemos de sobra que debemos mejorar el inglés no nos ponemos a hacerlo hasta que un libro de estos nos recuerda que lo hagamos. Es una pena pero somos así. Por eso, el propio autor nos recomienda volver al libro de vez en cuando o leer otros libros con mensajes similares que nos pongan en positivo y nos lleven de nuevo a la senda. En este sentido, se aporta una bibliografía de libros positivos que supone una buena biblioteca de autoayuda, en este caso, muy ligada al éxito económico.
Ahí, en el capítulo de la economía, hace muy buen trabajo el libro ya que vivimos en una cultura en la que el dinero no tiene la buena imagen que en los países de tradición luterana. Por lo tanto, es recomendable y un buen consejo el que valoremos el dinero realmente. Me gusta la idea de agacharnos a recoger cualquier moneda que veamos en el suelo y nos digamos, <qué suerte, el dinero viene a mí> Además, estos libros siempre nos van a reforzar en todo lo bueno que hacemos ya. Por ejemplo, yo soy de los que se agachan a coger una moneda del suelo y me alegra saber que es una postura de éxito y que está en la línea que marca el libro.
La conclusión es que cuando leemos un libro de esta familia que se ha etiquetado como de autoayuda, aunque la etiqueta no les guste ni a los propios autores, se nos mejora el estado de ánimo y tenemos un empujón en nuestros proyectos que viene muy bien. Aunque luego no logremos concluir el plan trazado en el libro y nuestros éxitos sean relativos, después de leer un libro así tendrá uno una buena racha casi obligatoria que se desprenderá del buen rollo que le ha transmitido a uno el libro. A mí me pasa. Es como si se tomara uno una buena dosis de vitaminas que para la época del curso en la que estamos no viene nada mal. De hecho, quiero agradecer a Luis Álvarez su libro porque gracias a esas vitaminas he culminado un proyecto personal para el que las necesitaba.
Formalmente, se trata de un libro ágil, con casos prácticos y ejemplos claros a seguir que no se hará pesado pero tampoco resultará incompleto. Estoy seguro de que quien siga el plan trazado llegará mucho más lejos que quien no siga dicho plan. Un libro que ni pesa demasiado, ni ocupa demasiado aunque no sea de bolsillo. El diseño tiene todo el glamour del teatro, mundo del que proviene el autor. Los dorados del preciado metal que tendremos como objetivo después de leer el libro inundan la cubierta de luz y de la palabra clave <éxito>. Que lo disfruten.

Adolfo Caparrós Gómez de Mercado
Doctor en Lengua y Literatura

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