Quiénes hoy en día, en esta llamada ‘sociedad de la información’, bien caracterizada de la ‘infoxicación’, no vive y convive con problemas de información y comunicación. Mi reflexión en este post atiende específicamente a estos problemas en el marco de instituciones gestoras de información y cultura.
Para comprender mejor de qué hablamos cuando hablamos de problemas informacionales y comunicacionales, -en el entendido de que la mayor parte de los lectores vienen del mundo de la información-, básicamente diré que la comunicación es el proceso por el cual un emisor transmite un mensaje a un receptor.
Es oportuno referir a las palabras de González Jardón (2013), quien expresa “¿Por qué algo tan “natural” como comunicarse puede suponer un importante quebradero de cabeza y llevar incluso al fracaso de proyectos?”
Ahora bien, se observan problemas de este tipo cuando existen:
◦malas relaciones interpersonales
◦información errónea, subjetiva, excesiva e incompleta
◦manejo inadecuado de los tiempos
◦carencia en flujos de información
◦falta de comunicación o ‘incomunicación’ interna
◦carencias en la gestión colectiva de la información
Estas características están presentes y constituyen la conocida cultura organizacional de la institución, la cual resulta difícil de alterar, condicionando y limitando la gestión de información y por ende su función comunicativa institucional.
Deberíamos comenzar por preguntarnos ¿Quiénes somos en el mundo físico? ¿Quiénes somos en el mundo digital? ¿Cómo se nos ve en la sociedad y qué imagen tiene nuestro público, usuarios sobre nosotros? La cuestión es que aún tratándose de una acción desarrollada en el mundo físico, esta se verá impregnada de las prácticas y cultura digital, las cuáles deberemos tener en cuenta al desarrollar los planes de comunicación. Dicho plan debe atender y buscar responder a las causas que dan lugar a los problemas informacionales y comunicacionales, garantizando los adecuados flujos de información y prestando especial atención a los canales por los cuáles esta circula.
Toda institución debe procurar construir su identidad y reputación digital, la cual no sólo se logra con tener un sitio web que tiende a ser bidireccional, sino en un proceso colectivo “con” y “por” los usuarios, en que la web social y sus redes se han vuelto la plataforma más básica y efectiva de comunicación. Internet ha modificado el proceso de producción y difusión cultural, y la comunicación ya no se materializa en un producto final, sino que está presente en todo el proceso creativo.
En las instituciones de este tipo comunican:
Por lo que un plan de comunicación deberá considerar de forma estratégica -entre otros- todos estos aspectos.
Para culminar el post he tomado una frase de Thomas Jefferson, y me he permitido hacer un paralelismo entre la PUBLICIDAD y la COMUNICACIÓN como concepto más amplio qué es y que la incluye.
“El que deje de hacer publicidad
para ahorrar DINERO
es como el que pare el reloj
para ahorrar TIEMPO.”
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Para algunos siguen siendo tiempos de presenciar “relojes parados”…pero esta reflexión no pretende no ser optimista, y creer en que habrá un momento en que las instituciones entiendan, que es necesario e irremediable dar un cambio de tuerca; que la comunicación es transversal y ocupa un lugar preponderante PARA TODO lo que la institución se proponga.
Fuentes consultadas
Freire, Juan (2009). Estrategias de comunicación digital en instituciones culturales. Disponible en: http://nomada.blogs.com/jfreire/2009/12/estrategias-de-comunicacin-digital-en-las-instituciones-culturales-revista-mus-a.html
González Jardón, Carlos (2013). La importancia de la comunicación en la gestión de proyectos. Disponible en: https://blog.zyncro.com/2013/06/06/la-importancia-de-la-comunicacion-en-la-gestion-de-proyectos/
Dibujos
Autoría de Enzo Falcón
Fuente: Velázquez, Erika. «Comunicación: ¿para qué?, ¡para todo!». [En Línea]. Infotecarios. Disponible en: http://www.infotecarios.com/comunicacion-para-que-para-todo/. [Consulta: 07/04/2014]